Los fondos de inversión, también denominados fondos mutuos, se definen como un patrimonio sin personalidad jurídica formado por las aportaciones los partícipes (o ahorradores). Este capital se invierte en activos financieros de diferente tipología (renta fija, renta variable, derivados o combinaciones de estos) en función de la política de inversión prefijada del fondo. Cada uno de los fondos tiene un perfil de riesgo distinto, lo que permite adaptar la inversión en función de los intereses de cada ahorrador y el riesgo que está dispuesto a asumir. La rentabilidad de las inversiones dependerá del rendimiento obtenido por el fondo. Las figuras que intervienen en los fondos de inversión son:
- Partícipes: Los ahorradores que invierten
- Sociedad gestora: la entidad que gestiona los fondos de inversión
- Sociedad depositaria: la entidad que custodia el patrimonio del fondo.