El certificado de destrucción es el documento que acredita que un vehículo ha sido entregado en un Centro Autorizado de Tratamiento al final de su vida útil, donde ha de ser descontaminado, como paso previo a realizar los trámites para la baja del automóvil en la Jefatura provincial de Tráfico. Los CAT son conocidos comúnmente como desguaces.
En este certificado, que tiene validez todo el ámbito de la Unión Europea, ha de constar: los datos del propietario del vehículo y de la empresa emisora del certificado, así como la entidad que otorga la licencia del gestor de residuos peligrosos.
El proceso de destrucción de un vehículo está regulado por ley, con el fin de asegurar la protección del medio ambiente y la salud de las personas.