Se conocen como Crash Test a las pruebas de choque de vehículos realizadas en laboratorios que simulan accidentes. Estos ensayos tienen como objetivo mejorar la seguridad de los conductores, pasajeros y peatones, así como de los ciclistas y motoristas.
Por Ley, todos los modelos nuevos de coches deben superar ciertos ensayos de seguridad antes de ponerse a la venta. De este modo, la legislación proporciona un estándar mínimo de seguridad obligatorio para los coches nuevos.
Este tipo de ensayos está contemplado por las legislaciones de seguridad internacionales así como por los programas de evaluación de la seguridad de los automóviles, tipo NCAP, EURO-NCAP y similares.
Además de los ensayos reglamentarios, los fabricantes de vehículos también utilizan sus propios ensayos a fin evaluar y optimizar el comportamiento de los sistemas de seguridad de los automóviles.